jueves, 1 de septiembre de 2011


- Y entonces, en ese momento sientes que todo te da igual, que el mundo se ha parado a las nueve menos cinco de la tarde.. y estás ahí, con él. Aprovechando cada segundo de esa última media hora que nunca acabará. Y ahora te imaginas una vida sin todos estos días especiales, sin todas esas caricias, esos besos y esas palabras que, en este caso, no se las lleva el viento. Te paras a pensar y te das cuenta de que ahora nada tiene sentido si tú no estás, y que el amor de verdad es el que en la distancia, duele. Pero te hace sonreir pensando que la bienvenida será más intensa que nunca. Porque estoy enamorada de ti. Y me importa una mierda el lugar en el que estemos, la hora de diferencia que tengamos, y los kilómetros que nos separen. Me importa todo una mierda porque desde que mi cuerpo se puso encima del tuyo, mi corazón lleva el mismo latir que tú. Y por todo esto quiero decirte que te voy a echar muchísimo de menos, pero me acordaré de tí cada segundo, cada día, cada noche, cada vez que entre en mi habitación y te imagine ahí, conmigo. Cada vez que me pase la mano por el cuello y sienta que hace unos días tu boca me estaba rozando. Cada vez que respire, me acordaré de tí y de todos los momentos que hemos vivido, de todo lo que hemos hablado, de tus pluses, de los míos, de las noches hablando hasta las tantas. Pero de lo que más pienso acordarme es de todo el tiempo que me queda por vivir contigo.
Que te quiero, y ya no hay nada que pueda impedirme hacerlo cada día más y más.

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