jueves, 1 de septiembre de 2011


Pasaba un padre con sus dos hijas por la calle y una de ellas le pregunta: "Papa, ¿Por qué cuándo yo me muevo, las nubes también se mueven?" No sé que le respondió él, creo que le dio una explicación lógica, y por eso mismo creo que no la escuché.
Cuando se trata de la vida, huyo de la lógica, porque siempre suele llevar escondida la realidad. Me hubiera gustado contestar a la niña, que tal vez ella era la princesa de las nubes y por eso la seguian. Se hubiera ido mirando al cielo con una sonrisa porque es pequeña; lo suficiente para no decirme: "Tu eres tonta, ¿no?". Pero da igual, la respuesta que le han dado solo le sirve para crecer más deprisa, para ver las cosas como son, aunque no haya entendido nada.
Una gran respuesta.

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