viernes, 18 de noviembre de 2011

Gran defecto.

Las personas no somos perfectas, si lo fuesemos, los problemas dejarían de existir. Una de nuestras debilidades es el aburrimiento. Nos cansamos de la monotonía y de hacer siempre lo mismo, necesitamos novedades, riesgos, cualquier cosa que mantenga nuestra mente despierta. Aún así, la misma rutina nos atrapa, y nos cuesta salir de ella, al fin y al cabo es lo que controlamos y sabemos llevar, pero en mi opinión, la rutina es solo un retraso en nuestra interminable evolución. Aunque gracias a esto, nuestra mente recurre a la imaginación. Hechos imposibles, irreales... Pensamientos que a veces consiguen que nos auto engañemos. ¿Cómo romper la rutina? Puede que no estemos atados a lo que hacemos ni a donde vamos... Lo que nos ata, nuestra verdadera rutina, son la personas y las relaciones que establecemos. Es increible como puedes llegar a necesitar a una persona... Pero, ¿Por qué? ¿Sentimientos? Sí, puede. ¿Y qué provocan los sentimientos? Tener la mente despierta, viva; pero... Aquí viene el gran defecto, la mente tambien se aburre, se cansa. Es agotador idear planes que nunca se llegarán a cumplir, aún así las personas tendemos a esperar a que nuestras ilusiones se cumplan, esperar... Nos cuesta actuar, estamos acostumbrados a conformarnos con lo que no queremos. Por lo menos, cuando lo tenemos, claro... Cosa que no suele pasar a menudo.

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