sábado, 5 de mayo de 2012

- Uno de esos momentos en los que dos ríos se cruzan y se hace fuerte la corriente. Pero entonces abres los ojos, y te das cuenta que esos ríos algún día desaparecerán, algún día no estarán ahí, algún día se secarán. Así que date prisa, no fuerces las cosas pero tampoco las dejes pasar. Arregla hoy todo lo que no hayas arreglado en meses, y cuando menos te lo esperes alguien te dirá: "Sabía que estabas equivocada, sabía que volverías." Y sí, volviste porque las cosas no se olvidan, porque los momentos bonitos dejan huella. Volviste porque recuerdas aquella tarde tumbados en la hierba, viendo anochecer y sintiendo que no había frio, solo amor. Recuerdas aquellos momentos que tocó decir "adiós", pero tambien recuerdas todas las veces que nos saludábamos. Recuerdas cómo las miradas entrecortadas se cruzaban, se buscaban, y una vez encontradas la una con la otra, eran incapaces de mantenerse. Porque, como una vez me dijeron: " La primera vez te enamoras de la persona, y la segunda, de los recuerdos".
- A veces te imaginas el mundo sin ese pequeño paraíso, te intentas imaginar cómo sería tu vida sin esa gente, sin esos momentos, sin esas emociones, sin ese lugar. Pero, lo quieras o no, sabes que no podrás vivir sin ello. Porque allí has aprendido cosas que nunca olvidarás, allí te creaste como persona, y fuiste cogiendo costumbres buenas, y malas tambien. Allí conociste a gente que marcó tu vida. Allí, conociste a personas especiales. Y bueno, podría hasta decir que conociste a una persona especial. Pero dejando todo esto a un lado, quiero agarrarme fuerte a los recuerdos y luchar, luchar porque los paraisos nunca se esfumen. Nire bizitza erdia hor daukat, ta beti bertan izango dut...
- Dicen que en la vida todo pasa por una razón. Pero a veces somos nosotros quienes tenemos que sentarnos y pensar en esa razón, pensar en ese motivo que nos hizo dar la vuelta al mundo y poner todo del revés. Pensar en lo que hicimos mal, e intentar hacer todo lo posible por mejorar. Porque vamos a crecer juntos, vamos a superar barreras, vamos a volar alto, muy alto. Pero recuerda que, cuanto más alto vuelas, más daño hará caer. Por eso necesito que confies, que yo confie tambien, que nos agarremos de la mano y dejemos atrás todo lo demás, que seamos capaces de olvidar todo y solo pensar en tí, en mí... en nosotros. Que lo demás no importa si estás aquí, cuidándome como hacías antes. Yo no lo olvido, y no lo voy a hacer. Porque eres diferente, y lo supe desde el primer día cuando, así sin más, me fui contigo. Supe que eras diferente por tu forma de sonreirme, por tus defectos, tus virtudes y tu todo, por estar ahí sujetándome fuerte, por hacerme llorar cuando te ibas. Gracias, solamente por quererme. Porque eso es lo que más aprecio de tí, que me querías de una manera peculiar, pero increiblemente perfecta. Y aunque ahora seas capaz de ponerme más nerviosa que nunca, te quiero, y vamos a luchar aunque cueste lo eterno.
- Hay veces en la vida que te entran unas ganas horribles de tirar la toalla, de dejar de luchar, de rendirte. Pero en ese mismo momento llega alguien que te dice que sigas, que no te rindas y que abances, que siempre habrá un motivo para caminar, para desgastar la suela de tus zapatos, para seguir viviendo. Porque nunca estará todo perdido, nunca. Logra alcanzar tus sueños, pero siempre valorando lo que tienes. No engañes si no quieres ser engañado, pero tampoco digas siempre toda la verdad. No falles a los que no te han fallado, y a los que sí, dales una segunda oportunidad. Y en esos días grises piensa que allí donde quiera que estén esas personas que echas de menos, comparten contigo la misma luna, el mismo cielo y el mismo corazón. Piensa que la distancia no existe, o por lo menos no entre dos personas que se quieren. Y recuerda: Siempre habrá alguien peor que tú, y mejor tambien. Siempre habrá alguien que tenga menos dinero, menos amigos, menos personalidad, menos carácter, menos ventajas, y menos sonrisas. Pero tambien habrá quien tenga más. Y es por eso por lo que tienes que valorarte, porque aunque haya alguien más o menos feliz que tú, cada persona lleva consigo una virtud distinta, una característica que le define como único. Y tú tambien, eres único. Único por tu forma de besar, por tu forma de acariciarme, por tu forma de decirme que esté tranquila que el tiempo pasa rápido y pronto estaremos juntos. Porque eres diferente, especial a tu manera, pero diferente al resto. Sabes como sacarme esa sonrisa traviesa, sabes como tirar de mi cuando ni yo misma puedo, sabes como soy y me aceptas. Pero hay algo que no sé si sabes aún: Voy a luchar por tí, voy a luchar porque te quiero, porque nunca había sentido esto antes y quiero que seas tú quien lo comparta conmigo. Voy a seguir por tí, porque quiero amanecer contigo y que me digas "Buenos días princesa", habiéndome dado tus mejores noches. Voy, y vamos a seguir hacia delante. Porque épocas dificiles vendrán, pero aprenderemos a bailar bajo la lluvia.
- Todos hemos pasado algún momento de nuestra vida en el que no sabemos cómo actuar, en el que la razón nos puede y nos echamos atrás. Todos hemos sufrido por algún sentimiento, aunque no todos lo hayamos demostrado. Todos hemos sentido que alguien era necesario en nuestra vida, y al igual que entró lo dejamos marchar. Todos hemos tenido la necesidad de llorar en un momento inoportuno, todos. Y todo esto es lo que nos hace humanos, lo que nos diferencia del mundo animal. Somos personas, sentimos. Y no por sentir más se es más sensible y débil. Todo lo contrario: Solo aquel que es capaz de llorar delante de alguien, se irá haciendo fuerte poquito a poco. Solo aquel que fue capaz de decir "te echo de menos, vuelve" ahora disfrutará de la bienvenida. Y solo aquel que de verdad amó, será capaz de herirse a si mismo por conseguir sus metas. Pero recuerda que no siempre herirse es la mejor opción. Tenemos que aprender a querernos a nosotros mismos, a valorarnos y a no pisotearnos cuando algo no sale como deseábamos. Tenemos que luchar contra viento y marea para conseguir nuestras metas, pero eso sí: tenemos que ponernos metas a nosotros mismos. Tenemos que aprender a bailar bajo la lluvia, y a sonreir cuando el cielo esté nublado. Tenemos que seguir caminando, a pesar de que el asfalto nos queme los pies. Tenemos que seguir, abanzar, luchar, sufrir, pelear, y llegar siempre más allá, sin retroceder, sin lamentarse, sin arrepentirse. Porque de los errores se aprende, pero si te lamentas por ellos... tus lágrimas nunca te dejarán ver las estrellas.

Asko maite zaitut.

No puedo expresar con palabras esa sensación de abrazarte, cerrar los ojos, escuchar la respuesta de tus latidos a los míos, abrir los ojos a la vez y sentir una explosión de…¿felicidad? No; es mucho más que eso… Es… ¿Cómo decirlo? Lo siento, pero tengo que besarte.

.

Es hora de volver a casa. Es hora de volver a empezar, lentamente, sin dar demasiadas sacudidas al motor. Sin darle demasiadas vueltas. Con una única pregunta: ¿Volveré a estar alguna vez allí arriba, en ese lugar tan difícil de alcanzar? Allí, donde todo resulta más hermoso.... Probablemente... sí, sin duda, perfecto.