miércoles, 12 de octubre de 2011

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Hoy es un día de esos plof, que no tienes ganas de nada, que te levantas de la cama porque tu abuela te obliga a ir al instituto porque si no fuera por ella te quedarías en la cama a pasar las horas muertas, deseando que acabe el día y que empiece otro. Ese día en que te das cuenta que tu vida no tiene sentido, que no sabes por donde cogerla, que no ves nada positivo, que en un minuto de esos 1440 minutos que hay al día deseas tirar tu vida a la basura y crear otra nueva.
Que solo quieres levantarte todos los días de tu vida de la cama con una sonrisa de oreja a oreja, sabiendo que le importas a alguien, que él también piensa en ti nada más abrir los ojos, pisar con los pies el suelo de su habitación y sonreír imaginándose tu cara sonriendo. Que cuando valla a desayunar recuerde esos momentos junto a ti, que no olvide jamás esas sonrisas que le dedicabas cada vez que te daba un beso sin que tu se lo pidieses, todas esas caricias, cuando te coge de la nuca para que no te escapes, para que estés siempre junto a él, esos abrazos que sientes que te abraza un oso de peluche, tan fuerte que te dejan sin respiración pero a la vez tan bonitos, que deseas que no te suelte jamás. Que deseas que él cada vez que valla al instituto, si pasa por esos sitios donde estuvimos juntos, por esas calles donde íbamos cogidos de la mano, andando de frente pero con la cabeza girada para no perderle de vista ni un segundo y aprovechar todo momento junto a él, que se acuerde de ti, que se acuerde como estábamos sentados, las miradas que se cruzaban entre nosotros y ante todo esa complicidad que había. Que solo quiero vivir todos esos momentos otra vez que cada vez sean más bonitos a tu lado y que no me conformo con un abrazo de oso cada mes, no sé como decirlo pero creo que le necesito y cada día veo que le quiero más, sin que el haga nada por mi.